domingo, 5 de octubre de 2008

Debate

Si se lo perdió aquí está el resumen.

Diga -Te quiero- al estilo Sarah Palin

¡Tu eres, por causa de este día, en el que el mundo, para ti, fue traído bajo la sombrilla de ser, un día que es, um, que no es una cosa miedosa!


Por los tiemos, como todos los americanos, cuando, como yo, están enfermos, en esta posición que tu tienes, ultimadamente, son necesitados, para venir a la orilla, de manera tal que, si son privilegiados, antes que pase mucho tiempo.


Es muy importante, cuando lo consideras, en la historia de, de nuevo, cosas que se manejan en un nivel de apreciación,para el microcosmo de la inmensa mayoría, yo pienso podría de, aquel que tu siempre has alcanzado.


Si regresas en la historia, es desde una posición de, en la cual, la educacion, es una posición de oportunidades en las que, tu tienes, en un nivel local, sobrepasado, tan lejos como, extender la aprobación, como nosotros.

viernes, 3 de octubre de 2008

Funky Monkies

miércoles, 1 de octubre de 2008

Ya no hay hombres blancos



Ya no hay hombres blancos, católicos, propietarios, letrados y heterosexuales que pueda presentarle a mi abuela. No es que se estén acabando los buenos partidos, hay mucho morenito ateo que vale la pena. Lo que me preocupa de que ya no me encuentre por ahí tan fácil a este tipo de hombre que es el ciudadano para quien las constituciones del siglo XIX estuvieron escritas y se ha vuelto una minoría, una poderosa minoría. Como su imagen es lo que primero se nos viene a la cabeza cuando nos dicen ‘ciudadano’ se siguen escribiendo leyes para este personaje que está en vía de extinción. Hay constituciones como la del 91 que incorpora la diversidad, pero sigue respondiendo a un modelo francés untadísimo de las ideas de la Ilustración que comparten al trofeo de sala como ciudadano modelo.

La constitución, como se la inventaron, plantea un tamiz por el que sólo pasan aquellas personas cuyo perfil se ajuste al tipo de sujeto requerido por el proyecto moderno (coincidencia mente el mismo que requiere mi abuelita). Este proyecto moderno ha sido reevaluado, porque claro, algunos somos mujeres, o sirvientes, o locos, o analfabetos, o negros, o herejes, o indios, u homosexuales; y esto implica que haya que reevaluar las constituciones.

Revisar el proyecto moderno y dejarlo por escrito es importante porque la palabra escrita construye leyes e identidades nacionales. Por eso el proyecto fundacional de una nación se lleva a cabo mediante la implementación de instituciones legitimadas por las letras, por medio de discursos hegemónicos que nos dicen qué somos, por si la pregunta nos tortura, y tienen como fin domesticar la barbarie, dulcificar las costumbres, contener la violencia.

Me pregunto qué pasa si se plantea un discurso que no trate de domesticarnos ni de borrar la diferencia, que se refiera a lo que somos y no a lo que queremos ser. Imaginarlo me cuesta trabajo pero pienso que hay un primer primerísimo intento en la nueva Carta Magna del Ecuador.

Aunque desde esta esquina no estemos de acuerdo con Correa y su parche, aunque sepamos que tiene intenciones reeleccionistas (frente a lo cual no podemos decir nada porque tenemos una rama en el ojo), hay que admitir que es una propuesta muy interesante. El texto re-funda el país, la Justicia indígena es igual a la ordinaria, dedica largos párrafos a la los derechos de la Pachamama, y de ancianos, embarazadas, niños, discapacitados, enfermos, desplazados y presos. También establece la unión civil entre dos personas sin importar su sexo.

Todo esto, sí, a costa de una serie de prerrogativas presidenciales como el control de la política monetaria que hace que el Banco Central pierda su autonomía, y otras reformas que resultan en un hiperpresidencialismo. Además, la constitución usualmente queda muy bonita en papel y es un poco menos fotogénica en la vida real.
Hay muchas cosas que pueden salir mal con esta constitución, pero se está reconociendo finalmente la fuerte presencia indígena del Ecuador, no de forma condescendiente -tengan por ahí su idioma y estas tierritas y suerte-, si no como fundamento de la nación. En el artículo 387 se dice que es obligación del estado potenciar los saberes ancestrales para contribuir al buen vivir. La constitución prioriza al ser humano, no al capital, y se reconoce la necesidad de vivir en armonía con la naturaleza, promueve la solidaridad y oficializa el kichwa y el shuar como idiomas.

La lógica del Sumak Kawsay es la del “buen vivir”, la de vivir en un ambiente sano, comer bien, tener un espacio de vida, educación, salud, acordes con la realidad, dice Marlon Santi, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE). Esto suena como un fundamento muy sensato para una constitución. Sin embargo, el “buen vivir” ha sido difícil de entender para los asambleístas, para quienes vivir bien es tener un edificio de 50 pisos, 5 carros, viajes a Europa y Nueva York. Los miembros de CONAIE denuncian que los asambleístas no entendieron, por ejemplo, el modelo económico sigue siendo de explotación de los recursos naturales. No entendieron el rollo ancestral pero al menos lo intentaron.

Tal vez la nueva Carta Magna ecuatoriana no se cumpla a cabalidad, tal vez los términos en que fue redactada no son del todo claros y se prestan para ambigüedades que serán creativamente explotadas por quien le convenga. Pero el hecho de que se plantee un ciudadano plural, el hecho de que se intente incorporar una lógica indígena en la política, son un paso contundente hacia una Latinoamérica que se rija con políticas propias, que claro, fallarán y habrá que corregir mil veces, pero al menos no serán modelos prestados, y no estarán orientadas para dar prelación al buen o mal partido que no he podido presentarle a mi abuela.

Hijo de la aldea: Ciberperiodismo en bata II



El solipsismo intelectual además de peligroso es ingenuo. Es de las peorcitas mañas europeas que se extendieron por el mundo. La idea del yo y su autoría individual es una afrenta la aldea, a la tierra donde dicho yo nació y al bagaje cultural de su familia sea el que sea. El resultado de la globalización es que la academia (y comenzó la europea, con Deleuze) empiece a considerar que el conocimiento se crea a través de multiplicidad de relaciones y no hay una más decisiva que otra, hay miles de puentes, sin jerarquías, que permiten que una idea sea lo que es.
Es cierto que el posmodernismo viene diciéndolo desde los 60 pero todavía estas ideas se rechazan como un montón de babosadas en polisílabos. Esas babosadas, la deconstrucción, la heterogeneidad, el rizoma han hecho un gran aporte a la cultura contemporánea.
El parecido entre los modelos de pensamiento que cobran fuerza en el siglo XIX y la internet es evidente puesto que la internet es el rizoma por excelencia. Tener un blog, de lo que sea, permite que las ideas encuentren un feedback i n m e d i a t o con c u a l q u i e r a, lo que maximiza la variedad de las opiniones y permite que el conocimiento avance por caminos inesperados.
El experto típico del siglo XIX descarta al público no versado como un receptor de sus descubrimientos. Eso, además de snob, es tonto. El experto de expertos descarta a sus demás colegas como público también y empezamos a escalar una pirámide académica de erudición que poco o nada hace para socializar sus avances. El siglo XX fue un periodo de transición porque estos genios tuvieron fueron absorbidos por universidades, gobiernos y empresas y eso los obligó a socializar sus ideas en las academias, que de todas formas estuvieron un buen rato herméticas frente al publicó común hasta llegar al siglo XXI en el que el conocimiento se comparte inmediatamente y con todos gracias a internet.
Intelectuales y científicos, dentro de la concepción moderna caminan solos hacia la especialización como un caballo con parches en los ojos, en una conversación esquizofrénica con ellos mismos que los lleva al delirio arrogante de que todo se lo inventaron ellos solitos. Como si su mente existiera sólo dentro de ella misma, como si la esposa que le cuidó la gripa y le aguantó la chochera no fuera igualmente responsable de sus ideas.
Pensamos que la teoría kantiana se la invento Kant, pero se la inventó Kant más el pueblo de Königsberg, más su sirviente que echó después de muchos años de trabajo porque descubrió que se había hecho un pequeño capital robándole las vueltas. Ah, pero ahí el importante es Kant, ¿no? Pues no, porque si Kant hubiera sido africano otra sería la naturaleza de su crítica, y tal vez no la habría conocido nadie.
Pensar que Kant sólo se debe a sí mismo es a lo que llamo solipsismo intelectual, tendencia contra la cual avanza el siglo XXI y a la cabeza modelos de socialización de información como los blogs, que permiten una creación colectiva del conocimiento, entretejen disciplinas e ideas como una maraña de raíces.
Este texto surgió como respuesta a un comentario a la entrada Ciberperiodismo en bata de este blog. Yo empecé a escribirlo y para hacerlo discutí las ideas con mi amiga Diana Cifuentes a través del chat. Gracias a estas interacciones mi reflexión, nuestra reflexión, ha avanzado 800 palabras. La dinámica de escribir un texto, tener un comentario, y que este comentario genere otro texto que exige encontrar nuevas referencias y el hecho de que usted lector se entere de esto ahora es uno de los vericuetos maravillosos de la información en internet. Esta interacción construye caminos que construyen pensamiento, con una rapidez maravillosa, como lo estamos haciendo usted y yo ahora, en este momento, construyendo un mundo de a poquitos, en equipo como hormigas que cargan hojas.

lunes, 29 de septiembre de 2008

La felicidad es una pistola caliente


Publicado el 27 de agosto de 2008 en Columnas de Opinión de EL ESPECTADOR


EL GOBIERNO BRASILEÑO ACABA de lanzar una campaña para sacar 300.000 armas de las calles y así bajar la tasa de homicidios.

A cualquiera que entregue su arma a las autoridades se le paga entre 100 y 300 reales y se le promete no ser investigado. Una campaña similar hace cuatro años sacó aproximadamente 500.000 armas de la calle, pero al parecer estas volvieron y se multiplicaron porque Brasil, junto con Venezuela y Colombia, es uno de los países con mayor índice de homicidios con armas de fuego. Lo que prueba que la solución es un pañito de agua tibia.

Sin embargo, el Ministro de Justicia de Brasil, Tarso Genro, espera que con esta medida se promueva en el país lo que él ha llamado una cultura de paz. El problema es que con esta solución se plantea una paz oportunista; esa plata que gasta el gobierno, aún si se hace con las mejores intenciones, es plata invertida en armas. El dinero es estímulo para entregar un objeto, no quita las ganas de matar.

La violencia en Latinoamérica no es tan sencilla como para que acabe si se sacan las armas de las calles o disminuyen los grupos armados en conflicto. Estamos acostumbrados a conseguir lo que queremos a través de la armas, nos funcionó para expulsar a los españoles, para escoger si el gobierno sería centralista o federalista, liberal o conservador, socialista o capitalista. Una pistola en nuestra cultura es un medio para alcanzar algo, un estandarte de poder. Una pistola en la mano se siente bien, nos da seguridad, tranquilidad. Nuestra soberanía nacional, de hecho, se ha ‘recuperado’ a punta de bala.

Aún si se cree que la seguridad democrática ha desplazado la guerra de nuestro territorio, no la ha desplazado de nuestro territorio mental, y basta con leer un periódico para notarlo. Somos un país acostumbrado a pelear, y esa maña no se quita tan fácil, ninguno de los esfuerzos para acabar con el conflicto actual previenen el nacimiento de un nuevo conflicto. Dos puntos de vista opuestos que no están dispuestos a ceder pasan muy fácilmente de la violencia verbal a la performativa. En una cultura de paz no sólo no hay armas en las calles sino que las disputas ideológicas alcanzan a conversar, no se ubican la una frente a la otra como dos televisores prendidos que no se comunican.

La paz no es un problema de posesión de armas sino de actitud, de la actitud frente a las armas mismas, de sentir recelo antes que gusto frente al poder que nos ofrecen. Una verdadera cultura de paz implicaría renunciar a posiciones radicales, implica respeto a la opinión ajena, implica un presidente que en sus ruedas de prensa permita que los periodistas terminen de formular sus preguntas antes de detenerlos bruscamente para contestar. Una verdadera cultura de paz implica que no se inviertan fondos en la compra de armas, así sea para sacarlas de la calle, implica dejar de asociar la felicidad con poder, y poder con una pistola caliente.

Ciberperiodismo en bata



¿Cómo una gente que se la pasa en su casa en bata y pantuflas, metidos en internet con el televisor prendido y pidiendo comida a domicilio puede pensar que tiene un impacto en el mundo? La mayoría de los bloggers tienen entre 25 y 40 años, pertenecen a la clase media alta, tienen educación superior y son solteros según el reporte de estado de la blogosfera hecho por Technorati en el 2008. La mayoría de los bloggers que respondieron a la encuesta ya están en su tercer blog, lo que significa que bloggear ya no es un fenómeno nuevo. Casi la mitad se consideran bloggers profesionales, pero, ¿qué quiere decir eso?
El estilo de vida se lo inventó Descartes. Descartes razona sobre la posibilidad de cambio del proyecto de la filosofía y el sitio donde se encontraba en el momento de su planteamiento era un cómodo cuarto con la chimenea encendida. De Kant sabemos que casi no salía de su casa y Virginia Woolf escribió un texto maravilloso sobre cómo una mujer necesita un cuarto para ella sola y así poder encerrarse sin ocuparse del almuerzo y tener el espacio para crecer intelectualmente.
El blogger de hoy emula las rutinas de los grandes intelectuales de ayer pero no tiene nada que ver con el pensamiento solipsista, no está aislado. El encierro ya no es una forma de silenciar el mundo externo para concentrarse en el interno. A través de internet se logra una presencia simultánea en muchos puntos una presencia tan contundente como la del jefe sentado en su escritorio, pero además omnipresente. El ritual de escoger qué ponerse para ir a trabajar cambia de la ropa al avatar o el status, y el camino de la casa al trabajo se vuelve una actitud: tomarse un café y sacar el cerebro de las cobijas. El blogger es una nueva especie de periodista que se ha vuelto muy relevante en el mundo de hoy, su efecto sobre la opinión pública y su impacto sobre las noticias se hace cada vez más fuerte.
¿Quiere decir que esto es la muerte del periodismo como lo conocemos? Antes el intelectual pensaba en su casa y el periodista, sabueso, olfateaba la noticia por la ciudad y se untaba de pueblo. El ciberperiodista ha cambiado la gabardina por la bata, ha encontrado una manera de salir sin salir de la casa. Pero una práctica no contradice a la otra, el nacimiento del ciberperiodista se debe a que se necesita cubrir un nuevo territorio, de una virtualidad tan inmediata que casi parece real. Lo que sucede en internet tiene repercusiones lindantes en nuestras vidas.
Existe además una interacción social, una creación de vínculos, la vida también sucede en internet. Sucede con reglas parecidas, aunque todo esté urgentemente interconectado, nuestras rutas de navegación resultan ser tan personales como nuestra forma de caminar, nuestra personalidad se trasluce en el chat y se hace más evidente que el pensamiento es siempre pensamiento colectivo, rizoma, interacción, ideas que rebotan.
Internet nos permite ser tremendamente individuales sin caer en la arrogancia de pensar que somos más que sólo una pieza del rompecabezas humano. Ese tal vez es el gran aporte del blogger a la sintaxis de la cultura: una renovación del intelectual arrogante y egocéntrico por uno que, si bien sigue siendo arrogante encuentra la fuerza de sus ideas a partir del colectivo y la multiplicidad. En la medida en que el blogger o el ciberperiodista es reconocido más y más por el establecimiento (es decir, que le pagen por bloggear, lo que lo transforma de vago roñoso a trabajador disciplinado) el mismo establecimiento empieza a cambiar.
Ideas como la de Creative Commons (que admite que cualquiera use el trabajo de uno en internet gratis, siempre y cuando cite) permiten generosidad de pensamiento, que el panorama intelectual sea móvil y flexible versus unitario y rígido. Esto es maravilloso porque pensar por fuera de la unicidad permite entender diferentes culturas, ideas, actualizar constantemente nuestros paradigmas, y este pensamiento plural tarde o temprano permeará nuestras sociedades, nuestros estamentos, y permitirá un mundo cada vez más diverso, ágil e interesante.
Mientras más gente pueda contribuir en cambiar el mundo, este cambiará más rápido. El carro arranca más rápido cuando lo empujan varios. El blog es una forma imperante de participación, fácil y efectiva. Una intervención remunerada con satisfacción personal –lo que la sumerge en un idealismo muy bonito y garantiza las intenciones honestas del autor porque nada lo obliga a hacer lo que hace de una forma diferente a como le dé su buena gana. Esto es un cambio profundo y tremendamente positivo, un cambio desde los anti-héroes cobardes propensos a los tobillos fríos que tienen una mente sustancialmente más coordinada que su cuerpo y que por eso, o a pesar de eso, quieren tener un efecto en el mundo.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Cerebros de pollo


Científicos de la Universidad de Nebraska-Lincon publicaron un estudio en la edición de septiembre 19 de la revista Science que examinaba a 46 residentes de Nebraska con fuertes convicciones políticas. En el estudio concluyen que hay una conexión entre la orientación política y la reacción física a posibles amenazas. Las personas con una respuesta más fuerte a las amenazas se inclinaron por políticas como invertir en la lucha contra el terrorismo, el ejército, la pena de muerte, oponerse al derecho al aborto y al matrimonio gay.
Para medir esta sensibilidad los investigadores mostraban a los participantes fotos de imágenes amenazantes mientras medían la electricidad conducida por la piel del participante. También se sometió a los colaboradores a un fuerte sonido inesperado para medir sus reflejos por medio de sensores pegados al músculo bajo el ojo. Estas son reacciones instintivas, que según el estudio, desembocan en una manera de pensar.
Los investigadores no quisieron usar etiquetas como ‘liberal’ o ‘conservador’ (tal vez porque su uso sería insultantemente obvio) pero concluyeron que quienes tenían una percepción más fuerte de las posibles amenazas solían tomar actitudes conservadoras. “No es que los conservadores sean cobardes- dice Kevin Smith uno de los co-autores del estudio- es que las personas que apoyan las ideas conservadoras suelen ser más sensibles a las amenazas externas”, que es otra manera de decir que no es que las gallinas se asusten fácil sino que reaccionan rápida y aparatosamente a cualquier ruidajo.
Los científicos dicen que el estudio puede apuntar a que tenemos diferentes actitudes políticas porque tenemos diferencias físicas y por eso vemos el mundo de diversas maneras. Pero, ¿Si hay un determinismo político quiere decir que no vale la pena hacer discusión? ¿La preeminencia de una tendencia depende de qué tanto se reproduzcan sus adeptos? En ese caso, los liberales, que apoyan el aborto, están jodidos.
Ante el estudio varios conservadores estadounidenses comentaron que el miedo es ‘un rasgo evolutivo superior’ y por ende el letargo de los liberales para reaccionar frente a un posible peligro sería una desventaja. El problema de estos instintos tan ‘avanzados biológicamente’ es que llevan a cosas como la guerra de Irak o la doctrina Bush que no es que precisamente ayuden a preservar la especie humana.
Gracias a este estudio podemos saber que muchas de las ideas que defendemos tercamente con un discurso articulado pueden tener su origen en un instinto que seguro era muy útil cuando de enfrentarse a un mamut se trataba pero que es inoperativo en la sociedad contemporánea. ¿Cuántas de las decisiones que se toman en Colombia se sustentan en el miedo? Muchas, miedo al terrorismo, a la guerrilla, a la pobreza. Estas decisiones desencadenan en una búsqueda de estabilidad inmediata que no garantiza que los problemas se solucionen. El terrorismo, la guerrilla y la pobreza son amenazas mucho más complejas que un mamut, por ende no sirve el mismo modus operandi.
Sin embargo este es el modus operandi colombiano: la búsqueda de comodidad y la evasión de la amenaza. Eso nos convierte sí, en un país de cobardes con cerebro de pollo, que cacarea sin tomar una posición crítica para bien o para mal. Pensar críticamente es humanizarse, nuestro esfuerzo colectivo debe enfocarse hacia convertirnos en un nación, no en un gallinero.
Esto nos exige que revisemos esas ideas. Aunque sea cierto que nacemos con una tendencia hacia una corriente política hay que tener en cuenta que la humanidad es tan compleja que ha superado con creces las decisiones tomadas por el mero instinto. Esa capacidad para abstraernos de sentimientos primarios y hacer un razonamiento lógico es la verdadera ventaja de la especie, no sus rápidos reflejos. Si esta ventaja se aprovecha, y aprovecharla implica ser autocrítico, no seremos conservadores sólo por tener miedo a las arañas, o liberales sólo por amor al precipicio. Si nuestras decisiones políticas se sustentan sólo en una intuición racionalizada no serán mucho mejores que las decisiones que tomaría una gallina.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Dos poemas muy bonitos

que se publicaron este finde de Amor y Amistad en la revista Dominical de El Heraldo. LLamó mi mamá a leermelos y yo los subo al blog para que los lean los demás. ¡Un hit, Alberto Mario!

ABC

Ya nunca sabré
Qué pensaba de mí A.
Si B. llegó a perdonarme de verdad.
Por qué C. aparentaba que no pasaba nada.
Qué papel jugó D. en el silencio de E.
Qué esperaba F., si es que esperaba.
Qué aparentaba G., a pesar de estar segura.
Qué quería ocultar H.
Qué quería añadir I.
Si el hecho de que yo estuviera a su lado
tuvo alguna importancia
para J. para K. y para el resto del alfabeto.

Por: Wislawa Szymborska

Canción del amor sincero

Prometo no amarte eternamente,
ni serte fiel hasta la muerte,
ni caminar tomados de la mano,
ni colmarte de rosas,
ni besarte apasionadamente siempre.
Juro que habrá tristezas,
habrá problemas y discusiones
y miraré a otras mujeres
vos mirarás a otros hombres
juro que no eres mi todo
ni mi cielo, ni mi única razón de vivir,
aunque te extraño a veces.
Prometo no desearte siempre
a veces me cansaré de tu sexo
vos te cansarás del mío
y tu cabello en algunas ocasiones
se hará fastidioso en mi cara.
Juro que habrá momentos
en que sentiremos un odio mutuo,
desearemos terminar todo y
quizás lo terminaremos,
mas te digo que nos amaremos
construiremos, compartiremos.
¿Ahora si podrás creerme que te amo?


Raúl Gómez Jattin

lunes, 15 de septiembre de 2008

Mentes criminales



Me conmueve la ternura del doctor Luis Alberto Ramírez, uno de los mayores expertos de Colombia en psiquiatría forense, que fue llamado por Noticias Uno a crear un perfil del facineroso que se robó el grabado de Goya de la Gilberto Álzate Avendaño. Nuestro experto considera que el ladrón es un artista (claro), que tiene resentimiento con las instituciones (otra deducción obvia), y un alto nivel cultural (porque fue capaz de escribir un comunicado). Otra conclusión del doctor Ramírez es que el ladrón no quiere plata, quiere protagonismo y es un posible sicópata.

Nuestro psiquiatra, que debe saber menos de arte que el ladrón, no cae en cuenta, como si lo hace Iris Greenberg en Esfera Pública, de que dicho comunicado es una copia palabra por palabra del comunicado del M19 cuando ocurrió el robo de la espada de Bolívar: “Bolívar, tu espada vuelve a la lucha. La lucha de Bolívar continúa, Bolívar no ha muerto. Su espada rompe las telarañas del museo y se lanza a los combates del presente. Pasa a nuestras manos. A las manos del pueblo en armas. Y apunta ahora contra los explotadores del pueblo. Contra los amos nacionales y extranjeros. Contra ellos que la encerraron en los museos enmoheciéndola…”. El doctor Ramírez no entiende el gesto artístico de nuestro culto sicópata, que retoma el discurso del M19, esta vez para hablar de lo opresoras que resultan las instituciones artísticas en Colombia (pero si capta, como buen Grissom que debe ser, que el facineroso no quiere plata).

El Comando Arte Libre S 11 (es un grupo, no un individuo, esto se le pasó por alto a nuestro experto) probablemente se robó el grabado como protesta al nombramiento de Ana María Alzate como coordinadora de la galería que maneja un poco más de 8.000 millones de pesos anuales destinados a la literatura, las artes plásticas y audiovisuales. La protesta es un tema caliente entre artistas locales como Antonio Caro, incluso hubo un grupo en Facebook para organizar una marcha el 16 de abril en el que 310 navegantes confirmados harían una toma pacífica de la galería bajo el eslogan Nepotismo=Corrupción.

Los organizadores de la marcha resultaron malos gestores culturales porque a la marcha nadie fue y muchos nos enteramos gracias al artículo que publicó Fernando Cárdenas en Arcadia. No se necesita ser un experto en la materia para entender que el gesto del robo del grabado tiene relación directa con esta protesta que también era contra el alcalde Samuel Moreno, cuya foto aparece adjunta al comunicado en un fotomontaje, que sobra y palidece ante el ingenioso robo.

El gesto del Comando Arte Libre S 11 (yo lo llamo gesto porque creo que la acción tiene infinitas connotaciones como obra de arte) nos reafirma el cliché de que los artistas son mucho mejores en las acciones subversivas individuales, como vemos, este segundo intento de protesta ha mojado prensa y ha desconcertado a los medios que tuvieron que hacer la vuelta de llamar a un experto para que les explicara la cosa, que es bastante sencilla: una protesta contra las instituciones culturales oficiales de la ciudad frente a las cuales el Comando toma la posición que tomaba Goya frente a la guerra, y se identifica con el M19 queriendo que el poder de los íconos culturales esté en manos del pueblo y no de las instituciones.

La serie Los desastres de la guerra está enmarcada en la guerra de Independencia (1808-1840) contra los ejércitos napoleónicos. La serie comienza precisamente con Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer en la que se usa una sencilla composición pictórica formada por una figura de rodillas y en actitud suplicante para mostrar la soledad e indefensión del hombre relacionada con la realidad de la guerra que presentía. Goya critica la prepotencia de los pilares de la sociedad estamental, la de los poderosos frente al pueblo en Espiro sin remedio (53), Clamores en verano (54), y Si son de otro linage (61). Por eso la elección de la primera pieza de la serie es un guiño a los artistas de la ciudad que también se sienten indefensos y solos frente a las instituciones culturales que manejan el poder, que no los han metido en la rosca y por eso se quieren rebelar frente a ella.

Más allá de tomar partido, me parece que la protesta del Comando es muy inteligente, además hace sátira de los grupos armados independientes colombianos, y justo en la semana en que se habla de grupos de insurgencia infiltrados en las universidades (ojo, seguro que esos insurgentes le enseñaron al Comando como robarse el grabado y quién sabe qué fechorías más). Estas mentes criminales explotan una forma de protesta típicamente colombiana y la reubican en el mundo del arte (eso es genial porque no se muere nadie), también dinamizan el debate cultural, somnífero conocido, y de verdad nos obligan a preguntarnos qué está pasando con las instituciones artísticas colombianas. ¿Será que hay un monopolio de poder nepotista? ¿Será que tiene algo que ver la realidad política del país?

lunes, 1 de septiembre de 2008

Yo le temo a Sarah Palin

Publicado el 29 de septiembre de 2008 en Cartas de nuestros lectores de EL ESPECTADOR.


Ya todos sabemos que McCain se consiguió una señora bonita de Alaska para ser su VP. Un ardid un poco ingenuo, dirán unos, porque McCain critica a Obama por no estar preparado, mientras escoge como formula a una mujer que tiene menos experiencia. Claramente McCain le está apuntando al voto femenino, particularmente a mujeres independientes de tendencias moderadas que todavía no han comprometido su voto. Las votantes de Clinton no se ubican en esta demografía ¿qué clintonista en sus cabales apoyaría a una mujer que no ha estado en las barricadas luchando por el igual trato laboral, la cobertura de salud y seguridad económica para las mujeres? Palin es, de hecho, la anti-Hillary, exreina de belleza, madre de cinco, pro-vida, toda una damita conservadora para sentar en la sala de la casa que sólo se salva porque ha demostrado carácter defendiendo fuertemente políticas republicanas como la prohibición del aborto y el matrimonio gay.

McCain para contrarrestar el poder que tiene Obama con las minorías escoge una mujer de Alaska casada con un esquimal. ¿Es en serio? Quienes apoyan a Obama no lo hacen por sólo por su componente racial y quienes apoyan a Hillary no lo hacen sólo por que sea mujer, lo que prueba que McCain no tiene ni idea lo que ese campo demográfico está pensando, pero, eso sí, sabe que piensa y quiere el americano raso, blanco, religioso, que vive en un pueblo en la mitad de la nada donde la mayor emoción esta en los encuentros deportivos de los colegios locales y ellos votarían por Palin. Ellos también son la mayoría.

Uno puede descartar a Palin por ser lo que los gringos llaman una hockey-mom, sin embargo, a mi Sarah Palin se me presenta macabra y voy a decir por qué. Cuando estaba embarazada de su quinto hijo éste fue diagnosticado con síndrome de down y Palin no abortó. Sólo el 10% de la gente toma esa decisión en los EEUU. Claro de Alaska se puede decir que es un pueblo pequeño y un infierno grande y que haber abortado siendo una figura pública pro-vida complicaría su carrera política. Pero lo que esto quiere decir es que Palin es o estúpidamente consistente o terriblemente maquiavélica. Su quinto hijo vino al mundo como un accesorio a su carrera política porque le permite decir que practica lo que predica, pero claro, es una mujer blanca con un trabajo y un empleo estable y tener un hijo discapacitado mejora su imagen pública. ¿Habría Palin abortado si hubiera sido una prostituta inmigrante y pobre? ¿Piensa Sarah Palin en las prostitutas inmigrantes y pobres que necesitan abortos legales para no morirse después de un aborto hecho con las pinzas del horno a manera de espéculos?

No importa si lo piensa, Palin tiene sentido común, un sentido común pragmático de madre que parece ser la antítesis de lo que fuera que motivaba a Dick Cheney, pero en cuya lógica es natural oponerse al aborto, sobre todo si se está escalando políticamente en un estado pequeño dominado por tipos que a duras penas tiran y que son totalmente ajenos a la necesidad del aborto legal. El quinto hijo de Sarah Palin, antes que encartoso, es conveniente, de una forma macabra porque su valor no está en su persona misma sino en su enfermedad y lo que eso representa para la carrera política de su madre. Tal vez Sarah Palin es un elección idónea porque es consistente (o sin escrúpulos, que a veces es lo mismo) pero eso no la deja muy lejos de Cheney, claro que con él al menos sabíamos a qué atenernos, quién sabe qué se esconde detrás de Palin y su linda sonrisa.

Adenda: La hija mayor de Sarah Palin, Bristol, 17 años, quedó embarazada y se casará con el padre de su hijo. Palin apoya la abstinencia como método anticonceptivo.

martes, 26 de agosto de 2008

Heráclitoris

No se puede bajar dos veces a un mismo pozo porque cuando vuelves ni tu ni el pozo son los mismos.

miércoles, 13 de agosto de 2008

La paloma



Ironía: el cabezote de la telenovela El Cartel comienza con una paloma. Acto seguido arranca un narcocorrido que nos dice que, “como decía mi abuelita, ratón y queso amigos son, el más amigo te da traición”. Tenemos un género de música underground y muy escuchado y además una abuela que va preparando a sus nietos para no tener amigos, una abuela colombiana. Esto señala algo contundente: el tema de la novela está arraigado en la tradición popular. Que sea parte de la tradición popular no quiere decir que nos guste, sin embargo, la telenovela pone en la mira del ojo público, popular y socialmente aceptado de la televisión en su horario prime algo que preferimos mencionar con menos crudeza: el narcotráfico.

¿De qué se trata la cultura del narcotráfico? De señoritas de cuerpos perfectos en bikini, perfectos en una acepción poco naturalista, tipos, unos guapos, otros simplemente gordos, pero eso sí, con pelo en pecho y gafas oscuras, piscinas, grandes casas blancas, grandes camionetas, grandes pistolas, todo grande, menos la conciencia. Se trata de una máxima ética: “Nosotros no somos como los políticos, robamos de frente”, una ética terrible porque el problema, claramente, no es robar, es cómo.

Una producción tan descarnada se nos mete al rancho porque todos hemos visto cosas así, conocemos gente así que a veces llamamos amigos y a veces no. Conocemos a la pareja reina de belleza/modelo-narco que se sustenta en que las mujeres prefieren no saber en qué andan sus maridos mientras tengan suficiente plata para gastar. Nos divierte el lenguaje, reconocemos todos esos acentos tan colombianos, nos aterra un poco que con ese acento se mande a matar tan fácil y se digan cosas con tanta rabia, nos aterra porque, además, parece tan natural, hemos oído estas historias muchas veces.

El Cartel está basada en el libro del mismo nombre, escrito por Andrés López. El escritor cuenta una historia incluso más sórdida que la de su homónimo el cienciólogo: la de los carteles de la droga en Colombia. Martín Gonzales, un joven caleño, entra al mundo del narcotráfico en el que se hace un nombre rápidamente. En el proceso se enamora, quién lo hubiera creído, de una reina de belleza con la que se casa y que se juega sus días de esposa abnegada cuidando los niños en Miami y haciéndose a veces la de la vista gorda y a veces soltando discursos moralistas. Martín, acorralado por la presión de la DEA y al ver que todos sus antiguos socios empiezan a matarse entre sí, se entrega, y sapea a sus colegas. El libro es autobiográfico, pero la novela tiene todos los nombres cambiados (es más fácil hacer algunas afirmaciones desde la ficción).

Lo interesante de ver esta historia en una telenovela es que el género es un fenómeno de la cultura de masas altamente persuasivo, que involucra culturas regionales, locales nacionales y globales del país que las produce. La telenovela es también sus espectadores, por eso, de lo que nos habla El Cartel cuando nos muestra a ‘esos’, es de nosotros. Además la telenovela es una matriz cultural compleja que revela el imaginario latinoamericano y da pie para preguntarnos quiénes somos y qué queremos ser. Si uno mira las telenovelas, desde Café, hasta El Cartel, lo que el colombiano promedio parece querer es salir del hueco. Tanto Gaviota como Martín lo hacen caminando la fina línea de la ilegalidad (malicia indígena que llaman) y ambos, decimos, son unos verracos, pero en realidad estamos hablando de nosotros y de cómo nos gustaría ser.

Queremos ser como Martín, el único capo bueno, aunque eso sea un oxímoron. Pero no sólo queremos ser como Martín, queremos ser los artesanos felices, los jóvenes apasionados con los que la marca-país Colombia es Pasión nos bombardea. Aunque suena incompatible ambos imaginarios son, en esencia, el mismo. Ambos dicen que la pasión es la fuerza motora que guía a los colombianos (gracias a la pasión podemos ser grandes deportistas, presidentes, o capos), que la familia está primero (repiten los personajes más oscuros de la novela), que el colombiano es creativo (para la música, las letras y la forma de matar), que tenemos habilidad recursiva y tenacidad ante la adversidad (para vender minutos a celular o esquivar aduanas). Peor aún, en ambos casos las mujeres en bikini son parte del orgullo nacional.

Lo cierto es que las características que Colombia es Pasión le adjudica al colombiano son las mismas que le adjudica El Cartel, sólo que en un caso son usadas para bien y en el otro para mal. Hay entonces una fuerza que nos aterra y nos enorgullece de nuestra cultura, pero es esencialmente la misma, estamos tan cerca de el colombiano modelo como del malandro, lo que nos enorgullece es lo mismo que nos avergüenza, un intangible que a veces llamamos pasión pero que encontramos en el narcocorrido, en los héroes locales, en los cuentos de las abuelas.

Paradoja: como la paloma no tiene armas, solo un pico débil y unas pequeñas garras, la naturaleza no la ha dotado de control sobre su agresividad, por eso, dos palomas encerradas en una jaula llegan a rasgarse el pescuezo con una crueldad inusitada. La paloma, si está libre, simboliza la paz, pero sigue siendo la misma paloma que en cautiverio puede matar.

martes, 12 de agosto de 2008

Orlando Fals Borda

the mean reds dice:
hoy fuiste a clase?
Simón dice:
no, dado que hoy es martes
the mean reds dice:
ah, pensé que era miercoles, estoy desubicada, tal vez es porque se murió Orlando Fals Borda
Simón dice:
jajajaja Era tu Personal Che?
the mean reds dice:
un poco, jajaja, lo quería
the mean reds dice:
hey, me compre un ipod de 160g
the mean reds dice:
yupi
Simón dice:
celebras la muerte de un comunista entregandote al capitalismo desbordado
Simón dice:
jajajajaja
the mean reds dice:
jajajjajajajajjajajajjajajaja
the mean reds dice:
soy una chica del siglo XXI

Agradecimientos a Simón Wilches