martes, 20 de mayo de 2008

Las langostas

Lo que hay que hacer para traer langostas de Tumaco es lo siguiente: primero, hay que tener un buen contacto, alguien pilo, que haga la vuelta, que se vaya al mercado y consiga las mejores y que también consiga una neverita con hielo y las empaque bien. Esta vuelta no es muy cara ($15,000), pero es la más importante. Lo siguiente es buscar una aerolínea que traiga en su servicio de carga las langostas en un día.

No hay vuelos directos de Tumaco a Bogotá, Satena hace escala en Cali y en Medellín, y Avianca hace escala en Cali, así que esta es la mejor opción. Mandar algo por Avianca vale $26.000, siempre y cuando no pase de 17 kilos.

Hay que hacerse amiga de la recepcionista en Tumaco y de la del puente aéreo en Bogotá para que estén pendientes del paquete, y hay que tener en cuenta decir ‘langostas’ muy rápido y con una entonación que les haga pensar que son de plástico, porque a veces les da por no dejar viajar bienes perecederos y mucho menos mariscos.

Hay que llevar las langostas al aeropuerto entre 7:00 y 8:00 A.M. y preguntar por Wilson Quiñones, que las recibe, pero solo hasta las 8:00, a las 8:10 ya no. Llegan a Bogotá a las 12:30y hay que ir a recogerlas al aeropuerto.

Cada langosta vale máximo 15 mil pesos, entonces digamos que traer dos langostas vale: los 30 de las langostas, más 15 del ‘contacto’, más 10 de la neverita y el hielo, más 26.000 del envío, más lo del bus o taxi al aeropuerto, o sea que por ahí hay que tener 90.000 pesos listos y mandarle la plata al contacto por Servientrega.

La mejor manera de prepararlas es hervidas, 15 minutos, y después echarles mucha mantequilla; tal vez un poquito de romero si uno quiere que la casa huela a lo que muchas revistas llaman ‘Mediterráneo’. En realidad son un plato descrestante y muy fácil de preparar.

Las langostas estaban deliciosas, tal vez por eso no hablamos durante la comida. Salimos a tomar aire. Había un irritante cielo estrellado que nos cubría en la terraza. Yo callada y tú callado, vimos un par de gamines pasar por la acera de enfrente. Iban borrachos. Uno de ellos besó al otro, el otro se lo quitó de encima y el amante salió corriendo.

Tú prendes un cigarrillo y lo apagas.

1 comentario:

daniel dijo...

buena descripción con final medio baudelaire