viernes, 24 de octubre de 2008

Cerdo zurdo



A Zoilamérica Narváez la violó su padrastro durante 19 años. Nada nuevo bajo el sol. Eso pasa en muchas familias latinoamericanas, y pasa sin que nadie se entere. Sabemos, sin embargo, que a Zoilamérica la violaron porque su padrastro es Daniel Ortega, presidente de Nicaragua. Claro que no, ¡el presidente no hizo nada!, Zoilamérica retiró los cargos después del repudio público de su madre, y a Ortega la fue otorgada la inmunidad vitalicia cuando se hizo presidente.
La izquierda latinoamericana no menciona mucho el incidente porque, ¿para qué ensuciar el nombre de una de las izquierdas más fuertes del continente? Mejor hablar de ese Chávez, que sale con cada cosa ¿no? La revolución Sandinista es una de las izquierdas más interesantes pues fue apoyada por la Teología de la Liberación y por los movimientos feministas, por eso es mejor recordarla como cuando era joven y pura, y no como es ahora, vieja y magullada por la pezuña de su líder.
El movimiento Sandinista tiene la particularidad de que muchas mujeres se unieron a sus filas desde 1967, sumando aproximadamente el 30% de la armada revolucionaria (¿cuánto es que es el porcentaje del PDA?). Parte de lo que esta izquierda Sandinista promulgaba era la igualdad de género pues creía que ganar el apoyo de las mujeres era vital para la revolución. La mujer sandinista aparecía en los carteles de la revolución con un bebe en brazos, y un fusil al hombro, (muy a lo Sarah Palin, solo que el fusil no era para matar animales sino para cambiar un país). La Sandinista era una izquierda de mujeres, en ella militaron hasta monjas feministas de la Teología de la Liberación, que podían impartir sacramentos y casarse.
Con una historia tan insigne mejor no mencionar que Ortega, presidente el partido Sandinista, ha emprendido una cruzada contra las ONG dedicadas a defender la libe prensa y los derechos de la mujer. Ortega llegó al poder gracias a una alianza con la iglesia católica y por eso en el país se prohibió el aborto, dándole la última estocada a los movimientos feministas que ayudaron a poner el partido en el poder. Lo que la revolución Sandinista prometió alguna vez se lo tragó el gran apetito de poder de Ortega.
Hoy Zoilamérica tiene 42 años y en su denuncia se lee: “En este período, más que ningún otro, llegué a creer con mayores fuerzas que mi destino era soportar aquella vida, sus aberraciones. Me preguntaba sobre la certeza de la supuesta estabilidad emocional que le daba y del rol que, según él, yo tenía en la revolución: ser su objeto sexual disponible permanentemente. Ese era, pues, mi aporte a la revolución, según debía interpretar. De esa manera no sólo me interné en el silencio, sino que me obligó a estar sumergida en su descomposición y corrupción desde el poder". Parece entonces que las mujeres siguen apoyando a la Revolución. Eso sí, una revolución muy lejana a sus preceptos iniciales, una revolución que hoy apesta, a cerdo y a ideales olvidados.

domingo, 19 de octubre de 2008

Jaison el mototaxista

Publicado la Revista Dominical de EL HERALDO el 19 de octubre de 2008.

Durante los 90 minutos del último debate para la Presidencia de los Estados Unidos, ambos candidatos le hablaron directamente al nuevo modelo de la clase trabajadora norteamericana: Joe the plumber (José el plomero).

Todo porque durante el fin de semana el senador Obama recibió una pregunta de Joe Wurzelbacher, plomero de 43 años, blanco y cabecirrapado, preocupado por los impuestos. A Joe le convino más la solución propuesta por McCain y por eso este último lo sacó a relucir en el debate que tuvo un giro inesperado, dejando a Joe como único interlocutor en representación de toda la clase trabajadora gringa, el americano promedio, como lo llaman.

Lo más interesante del asunto es que Joe ni es plomero ni se llama José. Parece que trabaja sin licencia, que se llama, de hecho, Samuel Joseph, y que no está registrado para votar porque repetidamente se escribe mal su apellido.

Es interesante porque eso en realidad no importa, el público entendió a quién se referían los candidatos sin tener que conocer los pormenores de la vida del señor Wurzelbacher, y esta elección, como todas las elecciones, está orientada a ganar el voto del ciudadano que caricaturiza el imaginario nacional. Joe se ha convertido en el ícono americano.

Aunque Joe the plumber sea un estereotipo que no tiene realidad práctica, el público norteamericano alcanza a identificarse con él porque tiene conciencia de un país que ha sido construido a pulso por una clase trabajadora.

Por eso las políticas estadounidenses, buenas o malas, están fuertemente comprometidas para que la clase media tenga una sensación de bienestar, y dan una gran prioridad a los derechos de los trabajadores. Incluso cuando la política favorece al magnate capitalista y no al pequeño empresario, lo hace pensando que ese es el sueño americano: comenzar de la nada y escalar hasta el último piso de un edificio.

Joe the plumber nos habla de cómo se toman las decisiones políticas en Estados Unidos porque encarna el mito nacional. Su aparición en debate simplemente ha puesto sobre el tapete cómo el imaginario del ciudadano promedio que se tiene en un país puede cambiar la opinión del electorado.

Esto lleva a preguntarnos ¿Quién será el colombiano promedio? ¿Juan Valdez? ¿Joselito Carnaval? ¿Jaison el mototaxista? Aunque resulta difícil encarnar el electorado colombiano en un individuo, sabemos más o menos que nuestro mito nacional (ver Colombia es Pasión) es un joven creativo y emprendedor que se destaca en campos individuales.

El mito nacional no está hecho del ciudadano regular, está hecho a partir de los ciudadanos extraordinarios, preferiblemente que triunfan en el exterior y llevan la imagen positiva del país por el mundo.

Joe the plumber, por contraste, nos muestra que no tenemos un colectivo homogéneo. El colombiano no se identifica con el promedio sino con la excepción.

¿Es porque hay mucho colombiano excepcional o porque no hay un ordinario que nos reúna a todos? Nos gustaría pensar que la primera, pero sabemos que también es la segunda.

En Estados Unidos no importó que Joe de plumber no existiera, porque lo que significa es más fuerte que él. En cambio, en Colombia, si la Selección no clasifica al mundial, si Juanes se queda ronco, o Shakira se parte un pie, el orgullo nacional se desportilla. Así vamos, de desilusión en desilusión.

No podemos poner toda la identidad colombiana, el orgullo nacional y la esperanza en un individuo porque los individuos fallan. Necesitamos un colectivo flexible y diverso, sí, pero ante todo colectivo, para que el mito nacional lo encarnemos todos y no unos pocos elegidos.

Necesitamos tenerle un granito de fe a Jaison el mototaxista, Lucho el tendero, y Natalia la nuevarrica, y pensar en Colombia con orgullo, no por los cuatro gatos que triunfaron en el exterior, sino por los hombres y mujeres de muchas caras, razas, y tendencias, que construyen el país todos los días.

jueves, 16 de octubre de 2008

Fidel el bloggero


Fidel no ha muerto. Cambió las botas militares por las pantuflas y se dedicó a bloggear. A los 82 años el líder cubano encontró una nueva manera de dar a conocer sus opiniones. Nueva y muy efectiva, porque es uno de los únicos blogs que no están censurados por el gobierno. A través de Reflexiones del camarada Fidel (www.cubadebate.cu) nos cuenta qué opina sobre el mundo. Dice que admira la inteligencia de Obama, que McCain le parece prepotente por decir que sabe cómo arreglar el país y que la caída de la bolsa es consecuencia de la grande Babylon. A veces hasta se disculpa por escribir tanto y tan seguido, pero nos recuerda : “Fidel no ha muerto y todavía tiene mucho que decir”.

Su voz narrativa como bloggero es la del viejito chocho que se repite en su arenga y recuerda con nostalgia a Tangamandapio, su pueblo. Sin embargo, estos asuntos estilísticos no opacan su prosa incendiaria. “Lo que hace falta son nervios de acero en estos tiempos de genocidio, y Cuba los tiene. El imperio lo sabe.” Dijo el 23 de Julio. ¡Claro que el imperio lo sabe! ¡Si el medio que usa para difundir su opinión se lo invento el imperio! Internet, que no puede ser más hija del capitalismo, se ve ahora cortejada por el rojo más rojo de todos.

El asunto es como un lindo romance otoñal. El último amor del príncipe Genghi, de Marguerite Yourcenar, cuenta la historia de un príncipe que renuncia a sus bienes y a su esposa a los 50 años, cuando aún es un atractivo seductor. Se convierte en ermitaño y se queda casi ciego. Una antigua y humilde amante se disfraza de campesina y se dedica a cuidarle, hasta que de nuevo vuelve a su lecho convertida en muchas amantes, pues una y otra vez se disfraza y se aparece como otra de miles mujeres que lleva dentro. El cuento es una perfecta metáfora del idilio que hoy nos ocupa. Idilio por la coyuntura impredecible de Fidel y la Internet; un extraño punto medio entre dos territorios mentales opuestos, la prueba de que se puede esperar cualquier cosa en la posmodernidad.

Internet como una joven amante hace sentir a Fidel más joven. Sólo que no está más joven. El viagra mental que le produce bloggear no le disimula las canas ni le quita las viejas mañas. Hace poco, Gorki Aguila, el vocalista del grupo Porno para Ricardo fue arrestado por ser un peligro para la sociedad y recibió una sentencia de 4 años en la cárcel (que después fue revocada) por su canción El comandante que dice: “El coma andante quiere que yo lo aplauda /después de hablar su mierda delirante”. Bloggeros como Yoani Sanchez, filóloga que vive en la Habana y escribe Generación Y (http://www.desdecuba.com/generaciony/) ganadora del premio Ortega y Gasset para el Periodismo Virtual 2008, ha sido varias veces censurada.
¿Qué pasaría si Fidel cediese a los mimos de su amante, acomodara su pie cansado entre las pantuflas y bajara sus niveles de censura? Bajarle a la censura definitivamente le sumará puntos en su site de Online Dating, y demostraría que el socialismo sí puede medir a todos con la misma vara.

miércoles, 15 de octubre de 2008

La estética de la izquierda cool


Esperen pronto el manifiesto de la Estética de la izquierda cool (EIC).

viernes, 10 de octubre de 2008

Una pequeña frase



Publicado el 9 de octubre de 2008 en Cartas del lector de EL ESPECTADOR.

Una pequeña frase (pequeña como un feto) es lo que se necesita para que se castigue el aborto con cadena perpetua, según monseñor Libardo Ramírez (El Espectador, “Cadena perpetua para el aborto”, octubre 8/08).

La intervención (de la frase en el referendo) sería tan inocente como un aborto al segundo mes. Fortuna para la niña de 17 años que no tiene dónde caerse muerta porque sus problemas de vivienda siempre estarán resueltos: se va a ir a la cárcel. De por vida. Por un cruce hacia una esquina oscura, un condón roto, una promesa de amor o un padrastro manilargo. De por vida por pensar que su cuerpo era suyo, y no querer tener un hijo que sabe que no puede o no quiere criar.

Monseñor Ramírez nos ofende al pensar que las razones por las que las mujeres abortan son equiparables a las de un asesino en serie. Hay una distancia muy grande entre decidir si uno en la vida quiere o no quiere ser mamá y decidir asesinar niños. El aborto es una acción que recae sobre una misma, es el cuerpo de la “asesina” el que pasa por la operación de abortar. A él seguro no le han extirpado ninguna parte de su cuerpo, en parte porque su cuerpo es suyo. Él puede decidir si quiere que le hagan una operación, castrarlo, por poner un ejemplo. La “asesina” tiene que lidiar con una operación que en muchos casos es traumática (física y psicológicamente) y eso de irse a la cárcel, de por vida, con la esperanza de que en el recinto haya terapia psicológica, o mejor aún, un cura que le explique por qué tiene que arrepentirse de por vida por tomar una decisión, independientemente de las razones que la llevaron a tomarla.

Claro, en la pequeña frase no se incluye que el aborto, si es un crimen, es un crimen de dos. Al papá no lo meten a la cárcel por desentenderse olímpicamente del asunto. Si es un violador sí, pero si es un bueno para nada sin cojones que no le puede ofrecer nada a su novia, puede andar campante por ahí, echarse a ver televisión.

Por eso se habla de que cuando las mujeres perdemos la virginidad “entregamos nuestro cuerpo”. Se lo entregamos a tres figuras masculinas, al hombre, al Estado y a Dios, y al parecer, según la lógica de Monseñor, una vez una mujer se expone a quedar embarazada, es decir, tira, su cuerpo puede ser legislado por figuras externas a ella. Eso sí es un mal negocio. Ningún tipo es tan buen polvo como para que valga perder la libertad. Pero estoy segura de que una mujer cuando queda embarazada no está pensando que eso implica que unos señores que no conoce pueden mandarla a la cárcel si a ella se le ocurre, no lo quiera Dios, terminar una carrera, olvidarse de una violación o, peor aún, no utilizar a su hijo con síndrome de Down para ganarse una vicepresidencia.

Para monseñor Libardo Ramírez Gómez con la reglamentación de la eutanasia y la despenalización parcial del aborto en el país se estaría abriendo la puerta para “la aprobación de toda clase de asesinatos”, dijo en agosto de 2006. Hoy dice “sólo basta con que en la pregunta que plantea el referendo o el proyecto que hace curso en el Congreso se incluya una pequeña frase que diga que el asesinato se considera desde la concepción”: Y dice asesinato con la ligereza con la que dice una pequeña frase, como si no supiera él que las pequeñas frases pesan. Una pequeña frase puede mandar a miles de mujeres a la cárcel. Una pequeña frase es lo que según el catolicismo encarna a Dios en la hostia: Amén.

lunes, 6 de octubre de 2008

Perro gozque: Soluciones contemporáneas a los líos administrativos de la Torre de Babel (corregido)



Alrededor del año 3000 a.C. el rey Nimrod fundó la ciudad de Babel, la primera capital, epicentro comercial del mundo antiguo. Ordenó construir una gran torre con el doble propósito de escapar de un segundo diluvio y de invadir la morada del creador.

Los planes de mudarse a un mejor vecindario de Nimrod fracasaron, una lástima porque eran planes que involucraban, según me imagino, grandes avances tecnológicos. Se dañaron porque Dios puso a todos a hablar en una lengua distinta, como buen occidental, pensó que lo peor que podía pasarnos era la diversidad y la mandó para confundirnos.

Pero que nadie diga que el hombre no aprende. Ahora sabemos que para construir un mega proyecto como la torre de Babel se necesita un idioma común, pero suficientemente flexible para resistir el rayo divino. Ahora son los planes de Dios los que fallan pues a pesar de la diversidd que nos vino del cielo o gracias a ella hoy existe una torre tan o más grande que lo que habría podidio ser Babel: la internet.

Hay dos diferencias grandísimas. La primera es que se construyó a lo ancho. Y la segunda es que el idioma común que permitió su creación, el globish, es el idioma más multilingüe de todos. Es una forma del lenguaje que no homogeniza porque sus variantes incluyen todo lo imaginable: Russlish, Franglais, Portunglês y una lista interminable de idiomas híbridos.

Usted se preguntará cómo es posible que un idioma, que se supone debe ser común a todos porque esa es su función, que nos entendamos, puede mantener una diversidad constantemente renovada. Teorizarlo resulta como pensar en un círculo cuadrado, pero que nos cueste trabajo articular su existencia en nuestra cabeza no quiere decir que estas dos condiciones, la cohesionadora del lenguaje y la dispersora de lo heterogéneo no se den al tiempo. Basta meterse a los foros de internet para ver que aquellos que han aprendido el inglés como segunda lengua se comunican mejor entre si así sean de culturas tan dispares como la japonesa la india y la holandesa, pues todos han aprendido un inglés de lavar y planchar.

Al notar esto el francés Jean-Paule Nerrière, ex vicepresidente de IBM, se inventó una especie de inglés exprés, breve pero correcto. Consta de 1.500 palabras y a diferencia del esperanto, no tiene raíces artificiales. Lo mejor son los ejemplos. Si un directivo, un turista o un estudiante que no controla el inglés de Oxford quiere decir tomate (tomato) basta con que diga una fruta (fruit) redonda (round) y roja (red). O si se quiere decir "yo toqué el piano" (I played the piano) debería decir I played an instrument with black and white keys (yo toqué un instrumento con teclas negras y blancas).

El globish no pretende suplantar ni al inglés ni a ninguna lengua tradicional, pues éstas son vehículos de cultura y el globish no es más que un idioma exprés en la época de la aldea global. A diferencia del Inglés básico, Inglés simplificado e Inglés especial, no está formalizado y se construye sólo mediante la práctica común, y por eso se mantiene en cosntante cambio e incorpora cualquier termino de cualquier idioma cuyo uso se popularice.

Muchos estudiosos empiezan a considerar que gran parte de los 1.500 millones de personas que conocen como mínimo los rudimentos del inglés –hay poco más de 400 millones de nativos– manejan de alguna u otra forma algún sucedáneo de globish. Basta con ver los noticieros y observar las parcancartas de los manifestantes en tal o cual país, las soflamas de algunos fundamentalistas islámicos o los contenidos en determinadas webs para concluir que el globish se está convirtiendo en algo más que un método o experimento lingüístico.

Como el globish suele ser una mezcla entre el idioma del país y el inglés, muchos puristas piensa amenaza con mancillar la lengua, porque los puristas, como Dios, piensan que la diversidad corrompe.

Precisamente por el miedo que produce el globish, tenemos que el Diccionario Panhispánico de dudas de la Real Academia Española en la página 446 dice que el término mouse es innecesario pues en su lugar se puede decir ratón. Lo que el diccionario no tiene en cuenta es que en el español antiguo se usaba la palabra mur para referirse al ratón, esta palabra se deriva del latín mus, muris que quiere decir también ratón y que pasó al francés como mouse, escritura con la que llegó al inglés.

La medida del Diccionario Panhispánico es totalmente innecesaria porque mouse no es un anglicismo pero sí es una muestra de la resistencia de la academia a acoger las nuevas formas de este idioma global. En realidad el uso del globish se ha vuelto inevitable, y más aún, es utilísimo y por eso sus formas no deberían entenderse como una afrenta para el lenguaje si no como una colaboración. Una de las ventajas de esta variante de todos los idiomas es que podemos entendernos en términos más o menos parecidos y así cooperar juntos para construir cosas que incorporen grandes ambiciones y colectividades. El intercambio de conocimiento es uno de los rasgos que ha caracterizado a las grandes urbes, tal vez porque uno es consecuencia del otro.

En esa medida, el multilingüismo no es un castigo de Dios para confundirnos, enfrentarnos con la diversidad nos permite adquirir habilidades, conocimientos e ideas que no teníamos antes. En biología esto se llama vigor híbrido. La misma premisa aplica a la cultura, a mayor cantidad de idiomas, mayor cantidad de palabras, ideas, conceptos, estructuras de pensamiento. El globish es de los idiomas el perro gozque, una raza que todos conocemos pero cuyos fenotipos y genotipos varían infinitamente y soporta su valor de supervivencia en su diversidad, diversidad que lo hace el más inteligente.

Los gozque se rascan en el parque mientras se burlan de esos pura raza bien cuidados que se mueren de fiebre si los pica una garrapata. Sus sistemas inmunológicos se han hecho fuertes con la mezcla. El caso del globish es similar, porque nada podría acabarlo, en su definición están contenidos todos los idiomas, todas las posibilidades gramaticales, con un vértigo anarquista que más que un desafío al orden es una solución para que el mundo globalizado no se vuelva una repetición de patrones idénticos. El globish es una tangente maravillosa para entendernos todos, porque crea un puente común sin atentar contra la diversidad, una solución contemporánea a un problema bíblico. Humanidad 1, Dios 0.

domingo, 5 de octubre de 2008

Debate

Si se lo perdió aquí está el resumen.

Diga -Te quiero- al estilo Sarah Palin

¡Tu eres, por causa de este día, en el que el mundo, para ti, fue traído bajo la sombrilla de ser, un día que es, um, que no es una cosa miedosa!


Por los tiemos, como todos los americanos, cuando, como yo, están enfermos, en esta posición que tu tienes, ultimadamente, son necesitados, para venir a la orilla, de manera tal que, si son privilegiados, antes que pase mucho tiempo.


Es muy importante, cuando lo consideras, en la historia de, de nuevo, cosas que se manejan en un nivel de apreciación,para el microcosmo de la inmensa mayoría, yo pienso podría de, aquel que tu siempre has alcanzado.


Si regresas en la historia, es desde una posición de, en la cual, la educacion, es una posición de oportunidades en las que, tu tienes, en un nivel local, sobrepasado, tan lejos como, extender la aprobación, como nosotros.

viernes, 3 de octubre de 2008

Funky Monkies

miércoles, 1 de octubre de 2008

Ya no hay hombres blancos



Ya no hay hombres blancos, católicos, propietarios, letrados y heterosexuales que pueda presentarle a mi abuela. No es que se estén acabando los buenos partidos, hay mucho morenito ateo que vale la pena. Lo que me preocupa de que ya no me encuentre por ahí tan fácil a este tipo de hombre que es el ciudadano para quien las constituciones del siglo XIX estuvieron escritas y se ha vuelto una minoría, una poderosa minoría. Como su imagen es lo que primero se nos viene a la cabeza cuando nos dicen ‘ciudadano’ se siguen escribiendo leyes para este personaje que está en vía de extinción. Hay constituciones como la del 91 que incorpora la diversidad, pero sigue respondiendo a un modelo francés untadísimo de las ideas de la Ilustración que comparten al trofeo de sala como ciudadano modelo.

La constitución, como se la inventaron, plantea un tamiz por el que sólo pasan aquellas personas cuyo perfil se ajuste al tipo de sujeto requerido por el proyecto moderno (coincidencia mente el mismo que requiere mi abuelita). Este proyecto moderno ha sido reevaluado, porque claro, algunos somos mujeres, o sirvientes, o locos, o analfabetos, o negros, o herejes, o indios, u homosexuales; y esto implica que haya que reevaluar las constituciones.

Revisar el proyecto moderno y dejarlo por escrito es importante porque la palabra escrita construye leyes e identidades nacionales. Por eso el proyecto fundacional de una nación se lleva a cabo mediante la implementación de instituciones legitimadas por las letras, por medio de discursos hegemónicos que nos dicen qué somos, por si la pregunta nos tortura, y tienen como fin domesticar la barbarie, dulcificar las costumbres, contener la violencia.

Me pregunto qué pasa si se plantea un discurso que no trate de domesticarnos ni de borrar la diferencia, que se refiera a lo que somos y no a lo que queremos ser. Imaginarlo me cuesta trabajo pero pienso que hay un primer primerísimo intento en la nueva Carta Magna del Ecuador.

Aunque desde esta esquina no estemos de acuerdo con Correa y su parche, aunque sepamos que tiene intenciones reeleccionistas (frente a lo cual no podemos decir nada porque tenemos una rama en el ojo), hay que admitir que es una propuesta muy interesante. El texto re-funda el país, la Justicia indígena es igual a la ordinaria, dedica largos párrafos a la los derechos de la Pachamama, y de ancianos, embarazadas, niños, discapacitados, enfermos, desplazados y presos. También establece la unión civil entre dos personas sin importar su sexo.

Todo esto, sí, a costa de una serie de prerrogativas presidenciales como el control de la política monetaria que hace que el Banco Central pierda su autonomía, y otras reformas que resultan en un hiperpresidencialismo. Además, la constitución usualmente queda muy bonita en papel y es un poco menos fotogénica en la vida real.
Hay muchas cosas que pueden salir mal con esta constitución, pero se está reconociendo finalmente la fuerte presencia indígena del Ecuador, no de forma condescendiente -tengan por ahí su idioma y estas tierritas y suerte-, si no como fundamento de la nación. En el artículo 387 se dice que es obligación del estado potenciar los saberes ancestrales para contribuir al buen vivir. La constitución prioriza al ser humano, no al capital, y se reconoce la necesidad de vivir en armonía con la naturaleza, promueve la solidaridad y oficializa el kichwa y el shuar como idiomas.

La lógica del Sumak Kawsay es la del “buen vivir”, la de vivir en un ambiente sano, comer bien, tener un espacio de vida, educación, salud, acordes con la realidad, dice Marlon Santi, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE). Esto suena como un fundamento muy sensato para una constitución. Sin embargo, el “buen vivir” ha sido difícil de entender para los asambleístas, para quienes vivir bien es tener un edificio de 50 pisos, 5 carros, viajes a Europa y Nueva York. Los miembros de CONAIE denuncian que los asambleístas no entendieron, por ejemplo, el modelo económico sigue siendo de explotación de los recursos naturales. No entendieron el rollo ancestral pero al menos lo intentaron.

Tal vez la nueva Carta Magna ecuatoriana no se cumpla a cabalidad, tal vez los términos en que fue redactada no son del todo claros y se prestan para ambigüedades que serán creativamente explotadas por quien le convenga. Pero el hecho de que se plantee un ciudadano plural, el hecho de que se intente incorporar una lógica indígena en la política, son un paso contundente hacia una Latinoamérica que se rija con políticas propias, que claro, fallarán y habrá que corregir mil veces, pero al menos no serán modelos prestados, y no estarán orientadas para dar prelación al buen o mal partido que no he podido presentarle a mi abuela.

Hijo de la aldea: Ciberperiodismo en bata II



El solipsismo intelectual además de peligroso es ingenuo. Es de las peorcitas mañas europeas que se extendieron por el mundo. La idea del yo y su autoría individual es una afrenta la aldea, a la tierra donde dicho yo nació y al bagaje cultural de su familia sea el que sea. El resultado de la globalización es que la academia (y comenzó la europea, con Deleuze) empiece a considerar que el conocimiento se crea a través de multiplicidad de relaciones y no hay una más decisiva que otra, hay miles de puentes, sin jerarquías, que permiten que una idea sea lo que es.
Es cierto que el posmodernismo viene diciéndolo desde los 60 pero todavía estas ideas se rechazan como un montón de babosadas en polisílabos. Esas babosadas, la deconstrucción, la heterogeneidad, el rizoma han hecho un gran aporte a la cultura contemporánea.
El parecido entre los modelos de pensamiento que cobran fuerza en el siglo XIX y la internet es evidente puesto que la internet es el rizoma por excelencia. Tener un blog, de lo que sea, permite que las ideas encuentren un feedback i n m e d i a t o con c u a l q u i e r a, lo que maximiza la variedad de las opiniones y permite que el conocimiento avance por caminos inesperados.
El experto típico del siglo XIX descarta al público no versado como un receptor de sus descubrimientos. Eso, además de snob, es tonto. El experto de expertos descarta a sus demás colegas como público también y empezamos a escalar una pirámide académica de erudición que poco o nada hace para socializar sus avances. El siglo XX fue un periodo de transición porque estos genios tuvieron fueron absorbidos por universidades, gobiernos y empresas y eso los obligó a socializar sus ideas en las academias, que de todas formas estuvieron un buen rato herméticas frente al publicó común hasta llegar al siglo XXI en el que el conocimiento se comparte inmediatamente y con todos gracias a internet.
Intelectuales y científicos, dentro de la concepción moderna caminan solos hacia la especialización como un caballo con parches en los ojos, en una conversación esquizofrénica con ellos mismos que los lleva al delirio arrogante de que todo se lo inventaron ellos solitos. Como si su mente existiera sólo dentro de ella misma, como si la esposa que le cuidó la gripa y le aguantó la chochera no fuera igualmente responsable de sus ideas.
Pensamos que la teoría kantiana se la invento Kant, pero se la inventó Kant más el pueblo de Königsberg, más su sirviente que echó después de muchos años de trabajo porque descubrió que se había hecho un pequeño capital robándole las vueltas. Ah, pero ahí el importante es Kant, ¿no? Pues no, porque si Kant hubiera sido africano otra sería la naturaleza de su crítica, y tal vez no la habría conocido nadie.
Pensar que Kant sólo se debe a sí mismo es a lo que llamo solipsismo intelectual, tendencia contra la cual avanza el siglo XXI y a la cabeza modelos de socialización de información como los blogs, que permiten una creación colectiva del conocimiento, entretejen disciplinas e ideas como una maraña de raíces.
Este texto surgió como respuesta a un comentario a la entrada Ciberperiodismo en bata de este blog. Yo empecé a escribirlo y para hacerlo discutí las ideas con mi amiga Diana Cifuentes a través del chat. Gracias a estas interacciones mi reflexión, nuestra reflexión, ha avanzado 800 palabras. La dinámica de escribir un texto, tener un comentario, y que este comentario genere otro texto que exige encontrar nuevas referencias y el hecho de que usted lector se entere de esto ahora es uno de los vericuetos maravillosos de la información en internet. Esta interacción construye caminos que construyen pensamiento, con una rapidez maravillosa, como lo estamos haciendo usted y yo ahora, en este momento, construyendo un mundo de a poquitos, en equipo como hormigas que cargan hojas.