lunes, 6 de julio de 2009

Las chicas malas van a todas partes


Publicado el 5 de julio en El Heraldo, Revista Dominical.

Foto: Helen Gurley Brown

Desde 1972, Cosmopolitan le ha dicho a las mujeres del mundo cómo tener sexo inolvidable, cómo manipular, seducir, y ganarle la partida al ‘sexo fuerte’.

La última edición viene con los artículos genéricos para el verano: citas para el 4 de julio, los mejores vestidos de baño para tu forma de cuerpo, por qué los hombre son infieles, sexo caliente en la playa, la evolución del look de Jennifer Aniston y secretos para hacer cócteles. Esto, más un manual de posiciones sexuales y ‘tips’ de belleza, resumen el contenido mensual de la revista.

Uno podría pensar esta es una revista tonta para mujeres ‘necesitadas de macho’ y superficiales. Cosmopolitan puede parecer totalmente androcéntrica, gustarle a los hombres es su principal tema y bueno, admitamos que eso vende.

Es una revista para mujeres prácticas, que quieren salir adelante. Yo, que crecí leyéndola en las cajas de los supermercados, aprendí un par de trucos que he puesto en práctica con felices resultados. Aún así lo más importante que me enseñó fue a no pedir disculpas por ser mujer, por querer tirar o por usar un escote. Me enseñó que la sexualidad también es un arma y que no debo avergonzarme de usarla.

¿Cómo? Dirán muchas feministas. Si por lo que hemos luchado durante tanto tiempo es por dejar de ser objetos sexuales, porque no se nos defina por nuestro cuerpo. ¿Cuál es el problema con que nos definan por nuestro cuerpo? Las mujeres pensamos con el cerebro y también con el útero, y una diatriba feminista no va a lograr que seamos menos conscientes de nuestros gorditos o nuestras estrías. ¿Para qué luchar contra la corriente, si podemos usar la corriente a nuestro favor?

Cosmo es repetitiva, pero no está en la quiebra, un logro nada despreciable en un momento en que la crisis económica tiene a tantas publicaciones cerrando. Esto es gracias a su imagen atractiva y sus múltiples aplicaciones empíricas.

El milagro se lo debemos Helen Gurley Brown, quien ha sido la editora de la revista durante más de 30 años. En 1962 publicó el libro El sexo y la chica soltera (Sex and the Single Girl), título que definió a lo que se dedicaría por el resto de su vida. Portada tras portada, nos ha mostrado hermosas mujeres en mini-vestidos escotados, con mucho pelo y labios rojos, como si todas sus modelos fueran imitaciones de Jessica Rabbit.

En el periodo de posguerra las mujeres occidentales recibieron muchos ‘consejos’ (tal vez demasiados) sobre cómo vivir sus vidas. Las solteras que no habían conseguido marido eran objeto de lástima, y las que decidían no casarse eran repudiadas. Durante esos años, Brown era secretaria y después trabajó como ‘copy’en publicidad. Puso su carrera antes que su matrimonio y vivía lo que ella llamaba “un estilo de vida superlativo” en el que se permitió a sí misma actuar de acuerdo con sus deseos sexuales, y más importante todavía: no sentir remordimiento.

Las portadas de la publicación son ejemplos visuales de su filosofía. Brown percibió que a las mujeres también les gusta ver mujeres bonitas. Pensaba que sí, mostrar hace que los hombres miren, pero es bueno que a uno lo miren: la invisibilidad tiene muy pocas posibilidades.

Sus publicaciones están dirigidas a mujeres que buscaban trabajos, no carreras académicas, mujeres que necesitaban un feminismo práctico del día a día, sin elucidaciones sobre qué significa el género y todo el bla bla bla feminista.

Brown entendió, por ejemplo, que sus lectoras, mujeres de clase media, necesitaban ahorrar, por eso les aconsejaba dejar a los hombres pagar, sin que eso las hiciera menos independientes o libres. Cuando le decían manipuladora Brown contestaba “yo juego en la realidad”.

En la realidad han jugado las grandes mujeres de la historia. Estoy segura que Catalina II de Rusia, famosa por sus amantes, habría leído Cosmo, Virgina Woolf, cuyo marido le manejaba una imprenta mientras la dejaba en paz para que escribiera y tuviera aventurillas con otras intelectuales de la época, también habría estado suscrita. Ana Mendieta, Frida Khalo, se hicieron famosas por no tenerle miedo a su sexualidad ni tratar de racionalizarla como si fuera algo susceptible de disertaciones.

Ninguna se quedó quietecita en la casa, eran mujeres que más que saber tejer y bordar, sabían abrir la puerta para ir a jugar/trabajar/tirar. Esto es precisamente lo que Brown nos muestra en su revista, puede ser que las chicas buenas vayan al cielo, pero las chicas malas sabemos que se es más poderoso si se puede ir a todas partes.

Questionario Proust a Helen Gurley Brown, en la revista Vanity Fair: http://www.vanityfair.com/culture/features/2007/08/proust_brown200708

9 comentarios:

Juan el niño James dijo...

Libertad sexual no tiene que ir necesariamente acompañada de materialismo y superficialidad. Es una revista para mujeres conformistas, acomodadas, de poco vuelo mental. Describe a la mujer contemporánea de ciudad tan excesivamente preocupada por su aspecto y poco por su desarrollo mental(y espiritual si se quiere).

Tiren todo lo que quieran y con los que quieran pero tambien desarrollen su mente y luchen por su reivindicacion en un mundo machista. No se queden en ese comodo mundillo rosa de los labiales caros, los tips que funcionan con los cajeros de banco, el bronceador. Sepan leer bien la realidad, lleguen mas alla, vean otros tipos de belleza no solo la de Jessica Rabbit.

Unknown dijo...

Me gusta como escribes. Tambien me gusta la frase final del artículo, siempre me pareció un cague de risa.

Berubara dijo...

Tambien yo creci viendo "Cosmo" en las cajas de los supermercados. La ojeaba mas de una vez cuando iba a hacer mercado con mi mama y algunas veces logré meterla en su carrito para repasarla en la comodidad de mi sala. Ahora no lo hago, no como antes, porque con el paso del tiempo logré dimensionarla... aunque claro, tampoco condeno a quienes sí lo hacen.

Es posible que en la postguerra los postulados "Cosmopolitanos", si es que así se pueden llamar, hayan causado furor por su atrevimiento y originalidad, pero hoy por hoy creo que la publicación se quedó sin discurso aunque siga vendiendo. Es cierto que en sus páginas vive la mujer chic, dueña de su tiempo, de su cuerpo y de su espacio, profesional y adinerada que todas queremos ser... pero la mujer integral que Cosmo promociona no se agota ahí, no debería. Treinta años despues, la publicación sigue diciendo que se puede tirar sin pedir permiso como si alguien que se de el lujo de comprarla no lo supiera de antemano, en cambio, deja intactos otros campos, de modo que su publicitada mujer integral sigue siendo incompleta... tristemente mutilada, me atrevo a decir. El papel social de la mujer, la solidaridad o la espiritualidad son terrenos inexplorados, por no mencionar más ejemplos.

Creo más bien que la publiación ha logrado posicionar (habilmente) en el mercado la idea de que la libertad consiste en comprar labiales sin pedirle plata a nadie. No niego que adquirir objetos para el cuidado personal nos gusta a todas, ni la satisfacción de hacerlo con una targeta propia; pero eso es muy diferente a pensar que la realización consiste en eso, y la revista está más por ese lado... lo cual es la clásica y trillada estrategia consumista, por mamerto que esto ultimo parezca.

Que si leer Cosmo es malo?... no, no lo creo, despues de todo, es... mmm... "simpática". Dice tres o cuatro cosas útiles y mantiene cierta calidad; pero no creo que en sus páginas se encuentre media frase liberadora, y su "mujer independiente" está peligrosamente cerca de una idiota útil del mercado.

María Cristina Ibarra dijo...

Eres de Barranquilla o de Bogotá?

Anónimo dijo...

Hola Catalina!

Por aquí conociendo (o siguiendo con la conocedera)

Camilo Zuluaga dijo...

Hola Catalina...

Te estoy leyendo claramente.. cada vez mejor... y estoy muy de acuerdo, es más a los hombres aunque muy pocos lo digamos nos encanta ese tipo de mujeres liberadas rayando con los feministas que son duelas de su espíritu, de su letra, de su economía y de su sexualidad; que no piden permiso sino perdón. Y que están mucho mas allá de lo que Cosmopolitan puede ofrecer, que tomaron esa coyuntura de la "liberación femenina" de los 60 (en Colombia)para moldear el mundo a su antojo. Y es algo que todos sabemos que esa mezcla de sensualidad con inteligencia, lápiz labial con buena letra y encaje con látigo; tiene un potencial escalofriante.

Unknown dijo...

Nada de que las chicas malas van a todas partes!!!!

Para empezar que cosa es una chica mala? Una prostituta? Una ladrona? Una defraudadora? Vahh!!!

Las supuestas chicas malas de las que hablan son aquellas mujeres que les gusta disfrutar de la vida, pero eso no las hace chicas malas CATALINA POR DIOS!!! más seriedad y madurez.

Ahora en terminos etologicos para Kmizeta, te puedo decir que no puedes hablar por todos, los machos BETA, son exactamente como tú, son machos que les gusta estar con las hembras, pero rara vez se aparean con ellas, son los que en términos humanos serían "buenos amigos y nada más" Ustedes son los clásicos hombres que terminan pagando las cuentas de los hijos de "EL CHICO MALO" "QUE EMBARAZO A SU CHICA MALA"

También las mujeres se deben bajar de su ladrillo y tranquilizarse, tienen igualdad, tienen los mismos derechos, pero cálmense, porque eso no significa nada TIENEN QUE DEMOSTRAR SU VALÍA.

Dime Catalina ¿Cuál va a ser el aporte de las mujeres a la humanidad? O ¿También se van a pasar éste siglo echándole la culpa a la cultura patriarcal y hundiendose en su produnda autocmpasión? Sería miserable que desperdiciaran el tiempo así.

Las mujeres ya deben de dejar de auto-hipnotizarse y ponerse a trabajar en sus propios proyectos porque hasta ahora lo único que han hecho es fanfarronear y copiar las conductas y formas masculinas, algo más de originalidad no les caería mal no creen? Presumen de que son capaces de generar "vida", pero eso no es un logro de ustedes sino de la Naturaleza!!!

Miren estos ejemplos:

- El hombre invento la política, la mujer quiso entrar a la política

- El hombre empezó a usar pantalones, la mujer quiso usar pantalones

- El hombre invento el carro y la mujer quiso también un carro
UFF, de que se trata? de llamar la atención? de decir mirenme aquí estoy? existo!!! PATETICO.

Y tu Ca...puto, me das risa, te sientes muy erudito pero ni siquiera te das cuenta que tu mismo estas influido por otra SUBCULTURA la del anarquista-socialistoide-hippiosón, QUE COMO PALADÍN DE OBRA TEATRAL LUCHA CONTRA LOS ENGRANAJES DEL SISTEMA OPRESOR Y MANIPULADOR. Eres un producto pasado de moda, ese producto se vendió muy bien en los años 60´s en USA.

Todo lo que hablan proviene de un sólo lugar, todas sus supuestas "ideologías" provienen de la nación de las barras y las estrellas, sólo regurgitan lo que han visto en películas y uno que otro librito, hace falta mucho más que eso Caputo para hacer diferencia.

Son como niños jugando a ser adultos.

Anabel dijo...

@Grifo: vaya.... yo en serio creia que ese machismo tan arcaìco ya no se veía, dónde creciste... en el llano??

"niños jugando a ser adultos"???

Cuál es tu problema?. Lástimosamente, gracias a las características de tener un cerebro femenino y estar encargadas de ciertas funciones biologicas, las mujeres hemos estado relegadas del conocimiento, la investigación y en general, cosas que requieran cerebro, dado que hasta hace muy poco, algunos comenzaron a creer que contamos con uno.

Si! queremos publicar todo lo que hacemos, queremos decir que SÍ podemos y que no nos queda grande, lástimosamente algunos hombres se ven lastimados en su hombría, si todo lo que era oficio de hombres... ahora también lo hacen las mujeres... qué harán ellos? Tranquilo, las mujeres no tenemos el mismo instinto de dominar el mundo, no pretendemos esclavizar ni excluir, ni a sacar.

El hecho de que aprovechemos ciertas armas, se basa en que... PODEMOS, a diferencia de los hombres, estamos en capacidad de controlar ciertas cosas, cómo les duele, no¿? No por ser concientes de que hay unas herramientas, dejamos de utilizar otras, no por usar escote dejamos de tener cerebro, es simplemente una herramienta más, y combinadas... hacen grandes cosas.

May Sanabria dijo...

Que gran entrada, en fin..
Me sigo quitando el sombrero