jueves, 18 de diciembre de 2008

Jordania no es Pasión



Publicado el 5 de diciembre de 2008 en la sección de Opinión de EL ESPECTADOR.

EL PROBLEMA DE LA MALA PRENSA internacional es común a muchos países del tercer mundo. No es gratis: del tercer mundo han salido terroristas, traficantes de drogas y violadores de derechos humanos, por mencionar unos cuantos.

Una estrategia de estos países ha sido lanzar campañas de publicidad positiva para cambiar su imagen. Nosotros tenemos Colombia es Pasión y Jordania tiene a su reina, Rania, quien en marzo 27 de 2007 lanzó su canal (youtube.com/QueenRania) y ha publicado videos diariamente.

Al igual que Colombia es Pasión, la reina hace énfasis en los logros de Jordania y las posibilidades turísticas que tiene. Sus videos han probado tener tal efecto en el público que la reina ganó el 22 de noviembre el premio al Visionario, otorgado por YouTube. Por el mismo medio, nosotros, tenemos montado un video totalmente adorable de un niño que cuenta que Camilo Villegas tiene soch an impecabol suing, pero no hemos sido tan influyentes en la opinión de esta comunidad.

Las diferencias de las dos estrategias son grandes. El propósito del canal de Rania es desmontar la popular ecuación árabe=musulmán=terrorista por medio de videos que muestran las vidas de personas musulmanas que no son terroristas y que están en desacuerdo con la violencia del mundo árabe. El propósito de Colombia es Pasión es convencer al mundo de que como tenemos tanta playa linda, la violencia del país se compensa.

La ecuación que quiere desmontar Rania es parecida a muchas otras generalizaciones que nos afectan, como latinoamericano=colombiano=narco. La diferencia es que Rania combate la generalización mostrando individuos y nosotros lo hacemos con otra generalización: que Colombia es un pacífico paraíso tropical lleno de gente sonriente y hospitalaria. Todos sabemos que aunque tanta maravilla sea cierta a uno igual le roban la billetera. La generalización llega hasta el punto de decir que aquí la palabra para extranjero es amigo, pero ese cambio semántico yo sólo lo he oído en los jíbaros de las playas cartageneras cuando se dirigen a algún gringo.

Los videos de la reina son bastante sensibleros, pero son efectivos porque muestran testimonios. El principal peligro del estereotipo musulmán es que los percibimos como una gleba parda que camina hacia nosotros para destruirnos, una masa sin individuos sumida en el fundamentalismo. Al mostrar historias de personas reales se crea una conexión directa con el espectador que aprende a no emitir generalidades tontas.

Otro punto a favor de la reina es que YouTube es una comunidad dada a la interacción: todo video genera discusiones que ayudan activamente a desmontar los estereotipos. Hace poco Rania dijo en el Show de David Letterman: “La sospecha, la intolerancia y la desconfianza nos están separando. Somos más fuertes cuando escuchamos y más inteligentes cuando compartimos, y esto es lo que más me gusta de YouTube, que es una herramienta que nos permite ser partícipes activos de esta conversación. No digo que un video puede cambiar el mundo, pero puede cambiar algunas mentes, y ahí es donde el cambio comienza”.

YouTube ha mostrado ser una excelente herramienta para hacer política porque se sostiene en la libertad de expresión y el libre acceso a la información y a través de este medio Jordania lidera una nueva forma de hacer política de la imagen para los países del tercer mundo. Hacer publicidad positiva no se trata de tapar el sol con un dedo, sino de mostrar argumentos creíbles y crear conexiones emocionales. Ante la iniciativa de Rania, Colombia es Pasión se convierte en un brochure, y un brochure no cambia nada

jueves, 4 de diciembre de 2008

Sacar pecho


Publicado el 21 de noviembre de 2008 en la sección de Opinión de EL ESPECTADOR.

COMO DE TELENOVELA DE MEDIOdía está la disputa entre el magistrado Rafael Vélez y el novio de su hija, David Daniel Torres, publicada el 12 de noviembre en este periódico.

El joven de 18 años contó, pañuelo en mano, cómo su novia había quedado embarazada y el malvado suegro la había obligado a abortar. Suena en el fondo una salsa romántica y, David Daniel, con su cara de niño y su alma de hombre, dice que él quería responder; el magistrado Vélez dice que es un joven mitómano que no es suficientemente bueno para su hija.

El caso fue comentado apasionada, y casi exclusivamente por terceros que seguro conocían a los protagonistas de la historia. “Lo que está haciendo es para perjudicar a la familia de la jovencita. De pura maldad. Todo esto es para que se den cuenta lo endemoniado que está”, dice Juan15. Darío Vélez, otro comentarista, dice: “No entiendo cómo es que la redacción judicial da crédito sin más a un personajillo que es un reconocido vago, no hace verificaciones adicionales con la clínica o médicos supuestamente involucrados y de manera irresponsable publica su versión”.

No tengo pretensiones salomónicas, no puedo saber quién tiene razón, pero sí puedo señalar una cosa: la niña adorada parece que no ha dicho ni mú. Ella debe estar muy asustada y hasta castigada, mientras su papá y su novio se dan golpes de pecho, el uno contra el otro, y por eso ni su nombre se menciona en el artículo.

Cierto o no, en Colombia muchas jovencitas son obligadas a abortar para no “tirarse la vida”, como si ellas no fueran capaces de decidir lo mejor para ellas y necesitaran de una figura de autoridad que les diga qué hacer. Obligar a abortar a alguien es tan malo como prohibirle hacerlo. Quienes defendemos el aborto lo hacemos porque creemos que la mujer como individuo puede tomar decisiones sobre su cuerpo. Legalizar el aborto es una forma de darles a las mujeres la posibilidad de elegir, posibilidad que hemos ganado poco a poco gracias al feminismo.

Los movimientos feministas, a lo largo del siglo XX, han permitido a las mujeres afirmarse como personas con iguales derechos a los hombres, derecho a elegir poder ser reina de belleza o ejecutiva castrante, pero poder elegir. Por eso es sorprendente que muchas mujeres ante las preguntas ¿te gusta tener derecho a votar? ¿te parece bien que sea ilegal que los maridos violen a sus esposas? contesten “Sí”, mientras que ante la pregunta ¿eres feminista? muchas oyen ¿eres fea? y contestan “No”. Tal vez ser feminista simplemente se trata de que cada mujer se haga responsable de su cuerpo y de su persona y no viva en una perpetua minoría de edad por no tener huevas.

Me gustaría que quienes estén en la situación de la hija-de-Vélez-novia-de-Torres presenten su problema con nombre propio y no le entreguen sus vidas a otro que “sabe qué es lo mejor para ellas”. Es innecesario que el papá y el novio inflen el diafragma para defender a la susodicha, como un par de gorilas antropomorfos. Las que sacan pecho deben ser ellas, las innombradas, no sólo porque es su derecho, sino porque sacando pecho vivimos mejor.

Positivo

Publicado el 7 de noviembre de 2008 en la sección de Opinión de EL ESPECTADOR.


POSITIVO HA SIDO EL CONCEPTO Y la palabra más usada en noticieros, periódicos e internet durante la última semana.

Positivo es el panorama mundial frente a la elección de Obama. Dice Michal Kobosko, columnista polaco, que vinieron a su mente felices canciones pop (de ABBA) cuando fue claro que Obama era el nuevo presidente de los EE.UU. Takashi Yokota cuenta que en Japón se incorporó el mantra obámico del cambio en la cultura popular. Mikahail Fishman, en Rusia, comenta que el cambio de administración trae nuevas perspectivas para su país, Selcuk Tepeli dice que en Turquía hay optimismo en el aire, como si hubiera llegado la primavera y, bueno, Alex Milberg, corresponsal de Newsweek en Argentina, dice que el país está más preocupado por la elección de Maradona como técnico de la selección.

Positivo es el mensaje de Obama: “Sí podemos”, “el cambio que necesitamos”. El asunto suena un poco a televentas pero todos lo hemos creído, tal vez porque el nuevo presidente encarna una cantidad de cosas que queremos para el mundo: igualdad, diversidad, inteligencia —buen gusto—. Si Obama nos defrauda o no, no es el punto, pues lo que su campaña ha hecho ha sido generar un cambio de actitud a nivel mundial. Un cambio hacia una actitud optimista, incluso hoy que los mercados de la bolsa caen como si fueran “Las Torres Gemelas II”.

Es bien probable que pronto veamos efectos palpables. A veces hay que creer para ver en vez de ver para creer. ¿Pura Programación Neuro Lingüística (PNL)? Sí. Los expertos en esta área dicen que si sonríes el mundo sonríe contigo; por eso pensar positivo trae consecuencias positivas

No me extrañaría que alguien en las FF.MM. colombianas se hubiera leído un libro de PNL y hubiera considerado que se estimulaba a los soldados con la palabra correcta: positivo. Positivo, que en este caso significa “cierto”, no suena tan mal. Aunque la palabra no se usa como un antiséptico eso termina siendo, porque le quita crudeza a los hechos a los que se refiere. Es extraño cómo una misma palabra puede esconder algo maravilloso y algo horrible, una palabra tan fácil de creer y feliz de escuchar como “positivo”.

Me parece muy curioso que el concepto y la palabra inundaran los medios la semana pasada. Me asusta un poco porque recuerdo que las arengas del Gobierno colombiano alguna vez tuvieron que ver con el cambio (ahora tienen que ver con la permanencia) y todo el discurso tuvo un giro semántico en el que un 84% apoya a este gobierno tan positivo, aunque positivo (o falso positivo) signifique hacer ejecuciones por parte del Estado.

Ser positivo es pensar que este es el mejor de los mundos posibles. ¿Quiere decir eso? ¿Ser ciego, resignado, o realista? No lo sé. Optimismo es una palabra peligrosa, y hay que recordarlo cada vez que alguien celebre una actitud positiva. Una cosa es usar una palabra para cambiar lo que pensamos, y otra para suavizar la realidad. Hay que estar alerta, para que lo positivo sea una actitud, y no un eufemismo.